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La generación "Y" – la generación de la ansiedad

Marjorie Wallace, a CEO de una organización caritativa de Inglaterra llamada Sane habló de ansiedad, menciona que la “generación Y” (aquellos que han nacido entre 1980 y 1990) están en la era de la desesperación, y dice lo siguente: “Crecer ha sido siempre difícil, pero esa sensación de desesperación es nueva”.




De ansiedad se ha hablado siempre y Sigmun Freud escribió sobre este trastorno en 1926, los filósofos griegos ya hablaban de ello, pero ahora según un estudio efectuado por Olivia Remes de la Universidad de Cambridge en el 2016, 60 millones de personas padecen de ansiedad en la Unión Europea. 1 en cada 2 mujeres lo padece, 1 en cada 10 hombres sufre de ataques de pánico y 8 de cada 10 personas en Estados Unidos es ansiosa. En Reino Unido es la enfermedad número uno en la actualidad.


Las embarazadas lo padecen bastante al igual que las nuevas madres y las personas que han sido diagnosticadas con enfermedades complejas también pasan por periodos de gran ansiedad.


Definitivamente con estas cifras puedo decir que las compañías farmacéuticas que venden tranquilizantes y ansiolíticos, no estarán sin trabajo nunca.


Muchas personas que sufren de ansiedad viven con este trastorno sin saber que lo padecen y piensan que la vida es así, llena de preocupaciones y aflicciones.


¿A qué se debe esto? Algunos argumentan a la gran opción que tenemos hoy en día para elegir todo, nunca se ha visto eso antes. Lo que nos empuja al consumismo, al cambio constante porque todo se vuelve obsoleto al siguiente mes. También las redes sociales que muestra situaciones irreales o ideales como la felicidad espléndida de otro que hace que los jóvenes se comparen constantemente en cuanto a sus relaciones, belleza, viajes, trabajos, logros, estudios y se sientan naturalmente frustrados o más curiosos o envidiosos, todos ellos son emociones negativas que contaminan el cuerpo con hormonas de estrés porque los seres humanos somos seres pensantes, "somos lo que pensamos".


Yo pertenezco a la “generación X” (los nacidos entre los 60 y 70). En mi generación también existían presiones. Yo – de acuerdo a las imposiciones sociales de mi época - tenía que tener logros académicos, aprender un arte, casarme con un hombre rico, tener una maravillosa carrera, tener hijos, obtener mi propia casa y el auto del año. Mi punto de referencia era la televisión y mis amigas.


No sé cómo no me volví loca, pero de toda esa lista conseguí algunos, pero no el hombre rico o el auto del año, lo cual me obliga a seguir trabajando y probablemente lo tenga que hacer hasta el día en que me muera, pero he aprendido el terrible impacto que puede ocasionar en nuestra vida las exigencias y sus consecuencias, “ansiedad”.


A mí me preocupa mi hija, ella tiene casi 3 años, pero va a crecer en un mundo en donde no se puede envejecer, en donde no se permiten las narigonas, donde el busto debe ser grande, en donde el botox en los labios se está volviendo más de moda. Veo su espléndido color blanco, casi rosa a veces, pero ella va a crecer en un medio ambiente en donde debe verse bronceada e irse al solarium semanalmente aunque eso le ocasione cancer de piel a sus 30 años.


Esa presión social existe para las mujeres, es real, el verse espléndidas y flacas. Eso me preocupa ...pero cómo lo combato en casa? si sé que se irá a la escuela y la influencia de su medio ambiente y sus amigas va a jugar un rol crítico sobre su manera de verse ella misma!


Durante mi recorrido por el camino de la ansiedad, me ayudaron lo siguiente:


  • aprender a devaluar mentalmente ciertas situaciones

  • aprender a mejorar mi juzgamiento de las cosas

  • desarrollar un desapego emocional hacia mis relaciones y trabajo

  • cuidar de nuestro diálogo interno

  • pero sobre todo aprender técnicas de relajación

  • vivir en el momento, en el presente y olvidarme de los otros tiempos -condicionales, pasado o futuro


Aprende técnicas que te permitan ralentizar tu mente, disminuye tu exposición a las redes sociales, vuelve a una vida simple y estarás mejor con la vida, contigo mismo y con las personas que te rodean.


Finalmente entiende que las pastillas tienen un efecto muy limitado para la ansiedad.


Es la humilde opinión de alguien que ha combatido con este trastorno por casi 7 años antes de entender que la raíz de mi problema estaba “en lo que me decía a mí misma y en mis auto exigencias”. Sí señor, así de simple.


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