Domingo
Que linda mañana de otoño. Hoy me desperté más tarde, estuve con mi hija mirando un programa en la mañana, luego salí a esta caminata.
Sé que estoy escribiendo tarde mi post, pero necesitaba cuidarme a mí misma hoy, sin pensar en nada más.
Han sido semanas donde necesité resistencia y me ha faltado el descanso, por eso este domingo me estoy permitiendo simplemente estar, sin pretención alguna más que la de estar en el presente.
En días en donde me siento bajo mucha presión, intento prestar atención a mi cuerpo. Me pregunto si estoy comiendo bien, tomando suficiente agua y durmiendo lo necesario, vuelvo a lo básico.
Mi almuerzo del día ha sido pollo al horno con mucha ensalada verde y aguacate.
Ese es mi manejo, porque cuando las cosas se me deslizan comiendo a comer demás, no camino y eso pasa rápidamente a mi mente y luego a mi estado de ánimo.
Existen ciertas cosas que me elevan, como mantener mi rutina de caminata y vigilar lo que como y cuánto lo como, atender mi cuerpo, tener organizado mis espacios físicos, mi armario, mi cama, paso tiempo de calidad con mi hija.
El ocio también está bien, sobre todo he tenido que aprender a descanzar porque mi modo corriente es la del trabajo. Al principio me sentía culpable cuando no hacía nada, aunque eso ha cambiado ahora.
No me comprometo a nada, sino conmigo misma para descansar.
También existen ciertas cosas que me llevan para abajo, como el no mantener mi rutina diaria, hacer malas combinaciones de comidas, dormir mal, darle mucha vuelta a la misma cosa, molestarme por algo que me han dicho, exponerme a relaciones insanas y algo a veces inevitable, mucho trabajo.
Tengo días en los que ambos mundos entran en conflicto, ciertas cosas me elevan en la mañana y otras me bajonean a la tarde, pero me pregunto… ¿qué me está afectando? Y cuando tomo conciencia intento desengancharme de aquello, a veces con más éxito que otros, pero no me dejo arrastrar por un mal día todo el día.
Por supuesto que existen los malos días, pero en esos días me digo que simplemente ha sido un mal día y me voy a dormir más temprano. No me digo OHHHH la depresión está retornando, no.
En días como estos me encanta leer Haikus, estas poesías japonesas tan cortitas que ayudan estar en el presente.
"Un viejo estanque silencioso.
Una rana salta al estanque.
¡Splash! Silencio de nuevo."
(Este video te ayuda a entender cómo el estrés va desacomodando tu organismo)
Sobre la Autora: Doraliz Aranda es Consejera Psicológica y Miembro Registrado Acreditado del British Association of Counselling and Psychotherapy (BACP). Trabaja de forma presencial y online desde Derby Inglaterra. Conoce más visitando www.doralizaranda.com
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