Mejorando nuestro mundo interior
Por muchos años tuve la idea equivocada de que mi ansiedad lo había heredado de mi madre, pero no era así, “lo aprendí” de mi madre.
Un día empecé a escribir algunas notas para mi hija para cuando ella tuviera que enfrentar los mismos problemas y para mostrarle el camino para superar la adversidad y el sufrimiento, sin amplificar el dolor, al entender mejor el funcionamiento de su mente y las técnicas correctas para calmarse y tener una vida más satisfactoria.
Por casualidad le leí esas notas a un amigo quien luego me confesó que también padecía de ansiedad - nunca me había hablado de ello - pero quienes lo padecemos lo mantenemos como nuestro más íntimo secreto, sobre todo si eres hombre. Toda la información que le estaba leyendo quería tenerlo, así que le hice una copia de mis apuntes y ese fue el primer manuscrito de “La Llave”.
Unos días después ese amigo me llamó por teléfono y me dijo, esto mucha gente lo necesita saber, a lo que mencioné –“no soy doctora” pero me dijo –“eres paciente, quien mejor que un local para mostrar el camino” y así “La Llave” comenzó a tomar vida.
Generalmente, lo primero que los médicos recomiendan ante una crisis emocional o mental es “cambiar tu estilo de vida” pero esa sugerencia es bastante amplia, ¿cambiar qué aspectos y sobre todo cómo hacerlo?, esas son siempre las grandes preguntas, ¿cómo haces para dejar aquel trabajo que necesitas, pero que sabes te está enfermando?, ¿o cómo haces para alejarte de la enfermedad que padece un ser amado y que te está carcomiendo el alma?
Aunque me enfoco en dos tipos de trastornos tales como la ansiedad y la depresión, porque me han tocado vivirlas, también éste material podría ayudar a otros tipos de problemas relacionados ya que proporciono las herramientas para vivir una vida más armoniosa aprovechando los recursos que tenemos a nuestro alrededor, o complementarlo con un tratamiento médico porque podemos ser felices…“a pesar”…de los problemas.
Hoy en día se habla más de depresión pero la ansiedad también puede deteriorar mucho nuestra calidad de vida. Vivir quebrantado, nervioso y acelerado no está bien porque afecta nuestro organismo a nivel celular.
A la vez dedico un capítulo importante a la ansiedad y el estrés laboral. Cómo lidiar emocionalmente con nuestro trabajo y fuente de sustento al verlo como un "medio" y no como un "fin" en la vida, pero a la vez señalo el camino para divertirnos en ella y disfrutar de esas 8 horas diarias, tomarlo como un hobby, antes que una carga.
Tanto la ansiedad como la depresión se han vuelto epidémicos en todo el mundo y tiene que ver con la influencia de nuestro medio ambiente.
Mi doctor paraguayo me dice: -“nuestro estilo de vida moderno tiene una gran influencia, horas de trabajo extenuantes, presión laboral, acceso a más información en segundos, redes sociales con comentarios o críticas personales, menos interacción personal y más online, presión social para lograr cánones de belleza, trabajo, vivienda y comodidades que nos atan a compromisos financieros o a frustraciones”.
La misma pregunta le transfiero a mi doctor clínico inglés, si en verdad veía más ansiedad en sus pacientes hoy día y me dice: -“Sí, definitivamente, es porque vivimos en un mundo más acelerado en donde hay más cosas que hacer y lograr, la gente no va a la naturaleza sin su celular por algunos días. No estoy seguro si el estrés genera alguna enfermedad en particular pero hay evidencia de que empeora cualquier condición pre-existente, lo exacerba”.
En la ansiedad o en el estrés constante es como estar en una jungla tenebrosa, llena de ruidos en donde reina la inseguridad y el miedo, con amenazas que percibes por todas partes pero que no puedes identificar. Estás acelerado y tenso todo el tiempo.
En la depresión es como estar en un desierto interno, inhóspito, desolado e inmenso, ya no puedes conectar emocionalmente con ningún ser querido por eso te sientes solitario en este planeta y el vacío te inunda, estás desesperanzado.
De una condición médica que afecte tu corazón no te recuperaras solamente cultivando el amor (a pesar de que a esta parte del cuerpo se la vincula universalmente con este noble sentimiento), no obstante necesitaras medicación, buena dieta y hasta cirugía en algunos casos para recuperarte.
Para problemas como la depresión y la ansiedad, de igual modo, a pesar de que afecta al cerebro, no te recuperaras necesariamente de una manera intelectual. Necesitas amor, compasión, cariño y emociones que te permitan sentirte valioso, además de un buen tratamiento psicológico y medicación.
Cuando estuve con depresión postparto no conseguía leer, por más esfuerzo que hiciera. De allí desarrollé el audiolibro, porque está comprobado que la capacidad cognitiva de las personas con depresión está seriamente comprometida pero uno puede escuchar algo durante una caminata y al relajarse se absorbe mejor la información o por repetición uno lo entiende, pero sobre todo con el audiolibro proporciono mucha esperanza, “una vitamina” que nuestro cerebro necesita desesperadamente cuando estamos deprimidos.
A pesar de que al cerebro no se la vincula con emociones, irónicamente las emociones están más ligadas al cerebro que al órgano llamado corazón y en el libro explico cómo se teje esa conexión a través de nuestras redes neuronales, los neurotransmisores y nuestros pensamientos.
Hay luz ahí afuera, hay un lindo sol sobre las nubes y la vida es ahora mismo, podemos aprender a conocernos y a manejar de forma más positiva nuestras emociones y de allí nuestro estado de ánimo. En síntesis, mejorar nuestro mundo interior.
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